miércoles, 16 de junio de 2010

ZONA POESIA / SEÑAS DE BITACORAS / JOSE I RESTREPO


AUTORRETRATO

Capaces
las caídas de pararse
y en su búsqueda de héroes arrogantes
no toparse con fatigas.
Capaces la balas no quemadas
de ponerse a hablar antes que nada
de una llaga o dos,
estupendamente ensangrentadas,
revestidas de guerra.
Como no enmudecer
ante las alas partidas en fractura
de los sueños hermosos de algún niño,
o al ver los trozos de pies,
los brazos completos sin dueño
e imaginarme todo una vez más,
carne de guerra alzando vuelo entre el humito.
Ante este ojo de vidrio
que me mira,
aquí en la mesa en que escribo,
donde apoyo todo esto,
y mi silencio mudo de tedios.


INSOMNIO

Los dolores que despiertan en la noche,
agasajos superiores
venidos en caja, como cualquier obsequio,
enviados entre imágenes fugaces
que vorazmente atacan el firmamento de los recuerdos
en forma desordenada,
un cabello de aquí en un rostro de allá,
un talle que al parecer nunca estuvo vestido,
los hombros más hermosos
bajo un cuello sin nombre...
La memoria vergonzante
baja como viuda por la calle arbolada,
y entre la opacidad de la noche
se escabulle sin mostrarme su rostro.
Ella ya es un recuerdo cuando los morros alumbran,
las tinieblas han gastado su dedal
y un sol rojo candente hace un trono
entre las nubes,
esas costuras mal hechas son escasas
y de estos recordatorios mal llegados,
te cuento, no habrá remordimientos
que yo deba romper en las prisas del día.



UN VIERNES CON MAGIA

Como no reconocerte
en este no querer verte del precoz pestañeo,
que sucumbe y se aquieta
ante tus labios que me apresan,
abierto el pecho y los ojos
las coces no quieren salirse
sino que se meten más adentro
como queriendo partirme,
deseando ser caracolitas de playa
en su mar original dentro de un frasco,
y algunos pescaditos de colores
dando vueltas y revueltas en su propio oleaje,
apenas por mis brazos atinando a salirse,
y allí ven los otros desde el frente
este trozo de película gratuita,
mis aspas como locas con tu viento indecente
poniendo sobre ti, en tu piel envolvente,
millones y millones de electrones,
tus latidos en fuga.


 ODA A LOS HEREDEROS

Que en sus frentes aumenta el sudor
mientras sus palas diezman los escombros
nadie a esta hora puede verlo...
Sobre el grueso cable
tres pequeños cantores hablan veranos
y un nuevo amanecer rompe en colores.
Que unas horas después
es un río de gentes
las que pasan por el sitio,
niños que ríen,
mujeres con la bolsa de la compra,
hombres con cientos de problemas
en el bolsillo, en la testa,
autos...
Y ya no hay ni sombra del escombro
la calle está limpia.
Con su impronta sencilla
no parecen hablar los prados cortos,
ni los vidrios que fulgen o los tensos cables de los postes
que energía transportan, o conversaciones,
o llamadas de socorro.
Más allá una mujer vocea su fruta
y el calor hará el resto...
Un paisaje invisible
aquí, allá,
esparcidos cual pródiga semilla
los herederos del antiguo paraíso
como buscando redención
trabajan.



NO DIGAS

Una marea baja
se ha quedado dormida al llegar a mis pies
y mi siguiente huella bien no sabe
si asirse de la tierra y despertarla
o esperar,
estarse allí en mi planta
hasta que ella decida ser mar otra vez,
reflujo de luna,
o lo que sea.


         

SOFTOUCH                                          

No he tocado
hace días
el nítido ecuador de tu figura
o la diadema que acaso podrías llevar
atrapando tu corto pelo rojo,
o los rayos,
tampoco he tocado los rayos
que como flechas salen de tus ojos
cuando están abiertos,
cerrados,
abiertos.
No he pensado ni esto
en tu figura entre dormida,
y me tomo estas letras de asueto,
estos minutos de interludio
para tocar un poco este tema
que en días y noches no he tocado,
a riesgo, lo sé,
de sentir esa torpe y ronca voz,
tan similar a la mía,
gritándome,
por andar dándole cuerda bien querido
a lindos relojes hace días malos.

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